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domingo, 13 de marzo de 2011

El Efecto Rashomon

Distintas miradas para el cine..

‘The Social Network’, el nerd supremo

Se siente un poco raro sentarse a abrir el Facebook luego de ver la película sobre su creación, pero es algo obvio, ¿no? Digo, a pesar de que sigan habiendo algunos que no sean capaces de entender la importancia de su existencia, el éxito de la red social suprema marca un antes y un después notable en la historia de Internet y de las comunicaciones mismas. Y es lo obvio porque nos guste o no, ha cambiado nuestras vidas, y lo primero que se nos ocurre hacer es publicar nuestros comentarios sobre la película e intercambiar opiniones con amigos, conocidos y extraños (de esos que todos tenemos como contactos).
Y lo que es importante para mi: quiero intercambiar pareceres sobre una brillante película dirigida por David Fincher, que retrata con un ritmo excelente el nacimiento del Facebook con pérdidas mínimas. The Social Network es entretenimiento puro y duro, algo liado haciendo saltos constantes entre tres líneas de tiempo, pero sin dar vueltas, yendo directo al grano y ejecutado de una manera tan fresca y digerible que el tiempo pasa volando, gracias a una edición rápida y pulcra, unas actuaciones bastante adecuadas y una dirección a la que no se le puede refutar casi nada.
Por supuesto, el guión de Aaron Sorkin es la base en la que este encomiable trabajado está erigido, que habiendo escrito A Few Good Men y The West Wing, firma con esta película su mejor trabajo hasta la fecha. Basándose él en el libro The Accidental Billionaires, traza una trama con diálogos atrapantes, y Fincher se encarga de darle un movimiento que nunca decae de lo loable. Sin embargo, siento que ninguno de los dos quiso arriesgarse con un final más memorable pues el tramo final es bastante lineal como un documenal institucional. La información está puesta como cartas sobre la mesa perdiendo esa sinceridad que venía ofreciendo a lo largo de la película, como no queriendo buscar problemas dando más información, conformándose con algo que parece terminar abruptamente.
Y es que la historia detrás del Facebook y sus protagonistas daban para mucho más: amistades de élite e hijitos de papá, fiestas universitarias y traiciones, un poco de droga y en el medio de todo esto, un genio supremo y muy despierto en su introversión y su nula capacidad para la interacción social en carne y hueso. Lo cual es bien lógico, un nerd de la programación con deseos de encajar y ser socialmente aceptado, utilizando para ello la herramienta que mejor conoce. Y Mark Zuckerbger no parece que era un completo idiota después de todo, sino simplemente un compulsivo sin capacidades sociales. Y Jesse Eisenberg interpretándolo es sumamente agradable y hasta podría decirse adecuado, siendo un actor en el que no tengo tanta confianza porque no lo veo con más de 10 expresiones faciales en sus anteriores trabajos, pero en The Social Network es exactamente eso lo que se necesitaba, y lo logra estupendamente.
Así también los secundarios cumplen sin mucho esfuerzo. La hermosísima Rooney Mara (actualmente filmando el remake de Los Hombres que no amaban a las Mujeres también con David Fincher), el carismático Andrew Garfield (el nuevo Peter Parker/Spiderman), Justin Timberlake, a quien luego de esta película, sigo defendiendo de que es bastante respetable como actor; y Armie Hammer que resulta super creíble como los gemelos Winklevoss.
Por si fueran poco tantas alabanzas, la banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross ensalza considerablemente la experiencia y agrega un puente más de conexión entre el espectador y esta genial propuesta, que de no ser porque sigo creyendo que en la maravila de película que es, no resalta ni sorprende, hubiese sido una verdadera obra maestra. Podría decirse que The Social Network es la película de una generación, aunque dudo mucho los que más utilicen el medio se interesen en conocer sus orígenes. Definitivamente no es el mejor trabajo de David Fincher, pero se agradece que haya aceptado el trabajo que una historia tan interesante merecía una mano tan cuidadosa como la suya.

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